Los activos libres de riesgo son aquellos que nos aseguran una rentabilidad cierta ya que la probabilidad del incumplimiento de pago es sumamente baja. Esta probabilidad se mide a partir del riesgo de insolvencia del emisor de los activos. El mercado toma como activo libre de riesgo el bono del tesoro de los EEUU a 10 años, porque considera que no genera peligro para el inversionista.